Agricultura ecológica en Dinamarca

Los dos practican la agricultura con mucha pasión. Para ellos es muy importante que la agricultura sea orgánica y que, por ejemplo, no se utilicen pesticidas. Por supuesto, la calidad del agua también juega un papel fundamental para ellos.

Lo primero que notaron fue que las vacas empezaron a beber de manera diferente. Antes sólo bebían con la lengua, ahora bebían con toda la boca. “Ahora beben como aspiradores de agua”, ríe el agricultor ecológico.

La pareja también notó rápidamente que la salud de los animales mejoraba significativamente. Hay muchos menos problemas con las placentas, menos infecciones en las ubres, etc., lo que también significa una reducción de los costes veterinarios en una cuarta parte por vaca. Además, el recuento de células (criterio de evaluación de la leche cruda) ha disminuido y se ha estabilizado, lo que repercute positivamente en la calidad de la leche.

Además de estos efectos tan positivos, el agricultor también pudo reducir el uso de productos de limpieza y sólo tiene que sustituir los elementos calefactores de los depósitos de agua cada dos o tres años en lugar de cada 6 meses, porque se calcifican mucho menos rápidamente.